AREQUIPA, SILLAR AND ROLL: LA HISTORIA. "MADERA FRESCA" (I parte)

A principios de los ‘70 del siglo pasado el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, satanizó al rock por considerarlo alienante y pro imperialista. Se vivía una efervescencia nacionalista y todo grupo que cantara en inglés y empuñara su guitarra eléctrica era considerado casi un acólito del mismísimo Satanás; por ello radios y canales de TV --tomados por la dictadura-- preferían difundir música criolla, folclórica y nueva ola.





En Arequipa como en otras ciudades los jóvenes de ese entonces escuchaban LPs de vinilo que familiares y amigos traían del extranjero, porque éstos no llegaban a las tiendas. Fue así que prácticamente de manera clandestina se empezaron a escuchar en estas tierras a Led Zeppelin, Deep Purple o Santana.

TOCO MADERA
Los MADERA FRESCA se formaron en agosto del 1971 de las cenizas de dos agrupaciones con bastante acogida “PROHIBIDO EL PASO” y “LOS CRIMSON”, luego que ocuparan el primer y segundo lugar respectivamente en el Primer Festival de Música Pop que se desarrolló en el Teatro Municipal. El suplemento “Primera Plana” de diario “El Eco” narró el acontecimiento así: “el público íntegramente juvenil al principio se mostró frío, parco y poco generoso, pero luego entusiasmado por las interpretaciones, aplaudió, gritó, aclamó, etc. a sus favoritos”.

Jesús “cachita” Chacón bajista de la agrupación recuerda cómo se formaron. “Luis Talavera que era guitarrista y yo en el bajo veníamos de PROHIBIDO EL PASO con una influencia más agresiva. En cambio Jorge Berckholtz (voz), José Antonio Valdez (Batería), Melvin Zevallos (teclados) y Alfredo Ballón (2da. Guitarra, flauta) que fueron LOS CRIMSON eran más melódicos”.

El nombre del grupo que originalmente era “fresh wood” se le ocurrió a Jorge Berckholtz antes de un concierto en el colegio La Salle. “El animador estaba a punto de presentarnos, pero no dominaba para nada el ingles y para evitar un bochorno preguntó la traducción. Desde aquí quedamos como Madera Fresca”.

MANAGER Y CONTRATOS
Aunque no se caracterizaron por interpretar temas originales, el grupo se ganó seguidores rápidamente. “Nuestros conciertos tenían dos partes. La primera era para que todos salten con temas de Zeppelin, Purple, o Gran Funk, luego nos relajábamos con canciones de Beatles o América. Teníamos algunos temas propios, recuerdo por ejemplo Yellow sun cuya letra era íntegramente en inglés”, narra Jesús Chacón.

Además ellos a diferencia de otros grupos contemporáneos contaban con un representante y gracias a él se presentaron en Lima, Cuzco, Ilo, otras ciudades del sur y en casi todos los escenarios de la ciudad. “Al principio tocábamos sólo los fines de semana pero luego tuvimos tantos contratos que viernes, sábados y domingos no parábamos en casa por las presentaciones. Nos pagaban bien y nuestro manager era Manuel Lazo (actual dueño del karaoke Quinqué de la Av. Dolores), quien tenía un montón de conocidos que siempre nos contrataban”.

José Antonio Valdez baterista del grupo evoca con agrado esas presentaciones. “Una vez nos contrataron para Ilo y teníamos todo un bus para nosotros, en eso no sé como se pasaron la voz nuestros seguidores y antes de partir el carro estaba tan lleno que nosotros casi no entramos. En otras ocasiones los promotores nos dejaban vales para el alojamiento o la comida, y como siempre se colaban nuestros fans, una vez algún bromista se hizo pasar por uno de la banda y se dispuso el almuerzo”.

Pero no todo era incomodidad, los MADERA FRESCA permitían esas licencias a sus seguidores porque de alguna manera también los ayudaban con la promoción y puesta en escena. “En esos tiempos cada grupo tenía sus propios equipos y al principio nosotros mismos los instalábamos, pero luego un grupo de fans se encargaron de ello a cambio de ingresar gratis a los conciertos”.