La mayoría tuvo como escenario común la escuela de artes de la UNSA, pero no necesariamente la influencia. Esta vino de la calle, de las “pichangas” con los amigos y de la inspiración de lo que cada uno escucha. Del rock y del huayno, de la chicha y el afro. Señores con un ustedes una agrupación local que hace jazz fusión made in Arequipa.
Si bien los “BEBOB” se crean a mediados del 2003, es recién en este año que graban su primera placa denominada “De la conga su mare” (Independiente 2007), en un arranque por buscar un título original que de alguna manera refleja el concepto básico del disco, es decir, la constante de un ritmo jubiloso. Sus integrantes son Marcos Manrique (saxo alto), Yawar Mestas (guitarra), Álvaro Talavera (bajo), Miguel Valdivia (saxo tenor), David Jara (guitarra) y Jorge López (batería).
Los alegres saxos son los encargados de aperturar el CD con “La Copa coops”, un llamado festivo que permite el solo de otros instrumentos pero brevemente, pues los vientos son la base que hace de este inicio una de las mejores entregas. “Chabuca” es más reflexiva, aunque la guitarra embriagadora y las congas le dan a la mitad del tema un leve aire Santana que nos agrada encontrar.
“Wayabera” es el tercer track y sus casi ocho minutos de duración la convierten en la más extensa del disco. A pesar de su inicio auspicioso de enérgicos saxos que se funden con las guitarras y las congas, la canción posee un intermedio que apela en exceso a las pausas y bajas revoluciones que vuelven algo tediosa la canción.
Por ese mismo camino desfila “La rotonda” que al escucharla por primera vez me hizo recordar un recorrido procesional con incienso incluido. “Es la balada del disco” me comenta el guitarrista Mestas. Lamentablemente el recurrir nuevamente a las pausas terminan por convertir en monótono algo que pudo ser sentimiento puro.
Con “I’m sick for you” (Estoy enfermo por ti) el sexteto regresa a los cauces del buen gusto. Luego de la introducción de rigor el platillo saltarín juguetea con el punteo de la guitarra y sin darte cuenta sigues el ritmo con el pie. Antes del final el saxo arremete con solvencia pero no se escucha bien el solo de bajo. No sabemos si por error en la grabación o falta de pericia del ejecutante.
“La feria del altiplano” es fusión plena pero estilizada. Las congas y los timbales de los músicos invitados se hacen notar y la canción le hace honor a su nombre ya que es toda una feria musical donde la base es lo tropical. Si los Mirlos, hubieran tocado vientos, de seguro sonarían así pienso. La despedida es con “Faride y las pastrulas asesinas” cerrando el disco con el saxo que se luce una vez más y acompaña con mayor empatía los demás instrumentos.
Que se haga jazz en Arequipa no es novedad, pero que jóvenes músicos se hayan animado a grabar sus propias composiciones es algo que de seguro encenderá las mejillas de muchos músicos añejos que se conforman con tocar en varios pub de la ciudad. Por ello destacamos el trabajo de BEBOB y si desean escribirles, háganlo a: yawarone@hotmail.com, su dedicación vale la pena.
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