La Rockola
Soy uno más en la lista de los que miran con recelo al vecino país del sur cuando intenta “apropiarse” de ciertos productos emblemáticos. Sin embargo, en lo musical las fronteras no existen y las mezquindades tampoco.
Desde las primeras incursiones (que no fueron los fideos Lucchetti, ni aerolíneas LAN) con “Los Prisioneros”, “Los Tres” o “La Ley” las tierras mapochas siempre han tenido un as bajo la manga para conquistarnos el oído que ya quisieran emplear sus diplomáticos en la Corte de la Haya para resolver nuestras diferencias en el límite marítimo.
No extraña por ello la edición de PRIMITIVO (EMI MUSIC – 2007) el último trabajo de LUCYBELL con visita a la capital incluida (al cierre de esta edición se anunciaba una doble presentación para este fin de semana en una conocida discoteca limeña) que promete encandilar a sus seguidores.
El sonido alternativo de los LUCYBELL se forma a principios de los ‘90s y en su trayectoria se incluyen entre recopilaciones, grandes éxitos y versiones en vivo más de diez títulos con temas imposibles de olvidar como “Cuando respiro en tu boca”, “Ten paz”, “Mi propia cruz” y “Hoy soñé”.
Esta nueva placa que en realidad es un EP de seis canciones, presenta un renovado estilo que no necesariamente está encasillado en los conocidos derroteros que lidera la melosa voz del guitarrista Claudio Valenzuela, el bajo de Eduardo Caces y las baquetas de José Miguel “Cote” Foncea. Para algunos críticos el título del disco es apropiado por el uso desfachatado y agresivo de las guitarras, así como un bajo preponderante que seamos sinceros no es algo muy común en el trío chileno. Ahí están para corroborarlo “Sur”, “Más” o “El destino baila sin pies”.
Otros temas en cambio sucumben en lo básico y parecen prescindibles, pero sus coqueteos hacia lo electrónico y el pop los renuevan al grado que se vuelven atractivos y bastante digeribles. De esa gama por todo lo alto destaca “Líquidos Santos” y “Divina Guía” en menor grado. “Cometas” es la guitarrera que evoca el estilo original, pero con un aroma a computador que le da un valor agregado.
Demás está decir que PRIMITIVO será para sus fans algo más de lo mismo pero con un sesgo estilizado, sin embargo, ese cambio es lo que ahora atraerá a los escépticos que no los soportaban (o no los conocían). No estoy seguro si ese fue el propósito del grupo para ampliar su radio de acción.
Exento de chauvinismos y prejuicios absurdos escuchemos esta placa de un solo tirón justo en el momento que las sombras capturen la ciudad para mayor agrado, pero eso sí, una arequipeñísima botella de pisco Majes Tradición debe ser la acompañante. Recuerden que nuestros vecinos son tan buenos productores de dicha bebida como nosotros campeones mundiales de fútbol.
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